domingo, 14 de noviembre de 2010

EL HOMBRE MODELO A ESCALA DEL UNIVERSO



“No es únicamente que el hombre esté adaptado al universo. El universo está adaptado al hombre. ¿Imagina un universo en el cual una u otra de las constantes físicas fundamentales sin dimensiones se alterase en un pequeño porcentaje en uno u otro sentido? En tal universo el hombre nunca hubiera existido. Este es el punto central del principio antrópico. Según este principio, en el centro de toda la maquinaria y diseño del mundo subyace un factor dador-de-vida”. John Archibald Wheeler

"Nosotros y el cosmos somos uno. El cosmos es una enorme entidad, de la cual seguimos siendo parte. ...Es un poder viviente que se propaga exquisitamente a través de nosotros todo el tiempo.", D.H. Lawrence*

"Por ello, engendrado de esta manera, fue fabricado según lo que se capta por el razonamiento y la inteligencia y es inmutable. Si esto es así, es de total necesidad que este mundo sea una imagen de algo." El Timeo PLATÓN

El hombre, creado por DIOS DESCONOCIDO, criado por el Sol, gobernado por Júpiter, acogido por Atmósfera, es modelo a escala de universo, tiene visión acotada al mundo atómico, de consuno con su constitución que limita sus facultades para comprender lo que no ve, pero convive en medio de seres de constitución subatómica, quienes leen su pensamiento y hasta se lo dirigen, le allanaran el camino conforme a su destino y se lo obstruirán, cuando sea contrario.

"Figuraos una sustancia que pudiera sostener la tierra con las mano, y que tuviera órganos proporcionados a los nuestro." Micromegas. Voltaire.

Pero además, “El hombre es la medida de todas las cosas, de la que son en tanto son, y de las que no son cuanto no son” señaló Protágoras y Carl Sagan su concordancia “…nosotros formamos parte, en un sentido real y profundo, de este Cosmos, que nacimos de él y que nuestro destino depende íntimamente de él, los acontecimiento humanos mas básicos y las cosas mas triviales están conectados con el universo y sus orígenes”

El Universo, por tanto, ofrecería en todas las dimensiones un modelo a escala, iguales a si mismas en distinta escalas, y éste, siguiendo a Protágoras sería el hombre (que si bien vive con inteligencia prestada, graba su memoria y se lleva la experiencia) válido para la comprensión del propio hombre como para cualquier otro observador, visible o invisible.

“Soy Walt Whitman, un cosmos ....Y nada se hace o dice que no recaiga en mi.”

“Es así que según el discurso probable debemos afirmar que este Universo llegó a ser un viviente provisto de alma y razón por la providencia divina”. Platón “EL Timeo"



"Ay, oh razas infortunadas de los mortales, cubiertas de infelicidad, ¿de que disputas, de que gemidos fuisteis engendradas!" Empédocles

El hombre colocado en un punto de enlace entre el microscopio y telescopio, sin alcanzar uno ni otro extremo, debe auxiliarse de la imprecisa noción de infinito al intentar mensurar lo mínimo como lo magno.

Podemos mirar el estado presente del universo como el efecto del pasado y la causa de su futuro. Se podría condensar un intelecto que en cualquier momento dado sabría todas las fuerzas que animan la naturaleza y las posiciones de los seres que la componen, si este intelecto fuera lo suficientemente vasto para someter los datos al análisis, podría condensar en una simple fórmula de movimiento de los grandes cuerpos del universo y del átomo más ligero; para tal intelecto nada podría ser incierto y el futuro así como el pasado estarían frente sus ojos. P. Laplace



Todas las facultades del hombre constituyen una representación de las cualidades del cosmos, todas sin excepción fueron incorporadas al arquetipo. También las ineptitudes indican una característica. Desentrañarlas constituye un desafío. Tal es la equivalencia, que se puede realizar la tarea inversa, extraer cualidades del cosmos para luego buscarla en el hombre.

PROMETEO: No atribuyáis a hastío ni a soberbia
Este silencio mío. Los pesares,
La ingrata afrenta, el corazón me muerden.
¿No me deben su imperio y su grandeza
Esas nuevas deidades? Pero callo,
Pues que ya lo sabéis. Deciros quiero
Cómo al hombre ignorante he conducido
A prudencia y razón. Ojos tenían,
Pero sin ver; oyendo, no escuchaban;
A las sombras, de un sueño semejantes,
Siempre al acaso obraban. Ni en el suelo
Con ladrillo o con piedra construían
Sus fábricas; moraban so la tierra,
Escondidos en antros tenebrosos,
Cual ágiles hormigas. Del invierno,
Primavera florida, o del estío
Frugífero, las señas no alcanzaban.
Todo les era igual. Mas yo enseñeles
A distinguir el orto y el ocaso
De las estrellas; inventé los números,
Arte divina; les mostré las letras,
Y la memoria, madre de las musas,
Su mente iluminó. Sujeté al yugo
Las bestias, que el trabajo de los hombres
Mucho aliviaron; antepuse al carro
Frenígeros corceles, de pomposo
Ornamento arreados. Lancé al ponto
Las velívolas naves con remeros.
¡Yo, que inventé las artes para el hombre,
No encuentro hoy arte alguna que me salve!

CORO Cual trastornada por dolor insano
Vaga tu mente. Médico imperito,
Tu mal acreces, ni remedio encuentras
Que te consuele.

PROMETEO Si oyéndome seguís, han de admiraros
Mis artes, invenciones, beneficios.
Antes de mí, no la dolencia hallaba
Medicina; mas yo enseñé a los hombres
De muchas plantas la virtud salubre.
De la adivinación diles la ciencia,
Interpreté los sueños el primero,
Y las voces obscuras; del camino,
Los fatales encuentros; de las aves
De aduncas uñas el volar siniestro,
O a la diestra volar, y sus costumbres,
Odios y amores. Y de sus entrañas,
La forma y el color, y cómo aceptos
Son a los dioses hígados y hieles,
Y lomos y grosura. Los presagios
Del cielo declaré, velados antes.
¿Quién primero que yo, bajo la tierra,
Descubrió el bronce, hierro, plata y oro,
Riqueza que ignoraban los mortales?
Oídlo en suma: cuantas artes tienen,
Al solo Prometeo las debieron. PROMETEO ENCADENADO. Esquilo.

Por tanto así entiendo el principio ANTRÓPICO del Cosmos. El hombre Cosmos en socialización con otros hombres conforma una de las variantes del multiverso.

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