martes, 29 de junio de 2010

FUTUROS PLANETAS


Astrónomos han descubierto lo que parecen ser las 14 estrellas más frías conocidas en nuestro Universo. Estas estrellas fallidas, llamadas enanas marrones, son tan gélidas y ténues que serían imposibles de ver con los actuales telescopios de luz visible.

Las enanas marrones se suman a un puñado de objetos similares previamente descubiertos. Los nuevos objetos están en temperaturas alrededor de 450 a 600 Kelvin Kelvin (desde 176 hasta 326 grados Celsius). Cuanto más alejadas están más frías son, tanto, en algunos casos, como planetas alrededor de otras estrellas.

La mayoría de las nuevas enanas marrones encontradas por el Spitzer se cree que pertenecen a la clase mejor conocida de las enanas marrones, llamadas enanas T , que se define como menos de unos 1.500 grados Kelvin (1.226 grados Celsius). Uno de los objetos parece ser tan frío que incluso puede ser una enana.

Como ya tengo dicho, son las estrellas que van camino a ser planetas.

Agregado el 6-9-13

Un nuevo estudio muestra que mientras que estas enanas marrones, a veces llamados estrellas fallidas, son de hecho los cuerpos celestes que flotan libremente conocidos más fríos, que son más calientes que se pensaba, con temperaturas alrededor de 250 a 350 grados Fahrenheit.

Para llegar a estas bajas temperaturas superficiales después de enfriar durante miles de millones de años significa que estos objetos sólo pueden tener aproximadamente 5 a 20 veces la masa de Júpiter. A diferencia del Sol, única fuente de energía de estos objetos 'es de su contracción gravitatoria, que depende directamente de su masa. 
 "Si se encuentra uno de estos objetos orbitando una estrella, hay una buena probabilidad de que sería llamado un planeta", dice Trent Dupuy, miembro Hubble en el Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica. Pero debido a que probablemente se formaron por su cuenta y no en un disco proto-planetario, los astrónomos aún llaman a estos objetos enanas marrones, incluso si son "masa planetaria".

http://www.cfa.harvard.edu/news/2013/pr201323.html

jueves, 17 de junio de 2010

LAS PLÉYADES Y LA COLA DEL COMETA



El cometa Machholz, tomado en la primera semana de Enero del 2005, no sólo tiene una llamativa atmósfera verde, también tiene dos colas.

Una cola es la cola de iones. Está formada de átomos cargados eléctricamente y moléculas (iones) despedidos del coma por el viento solar. Esta cola apunta directamente en dirección opuesta al Sol. Las ráfagas de viento solar pueden ocasionar que la cola de iones se mueva hacia un lado y otro, formando florituras y nudos temporales.

La otra cola es la cola de polvo. El polvo del cometa es más pesado que el gas. Resiste la presión del viento solar y se queda detrás del cometa, marcando su órbita. Las ráfagas de viento solar tienen poco efecto sobre la cola de polvo.

Cuando la luz solar pega en el núcleo, los frágiles hielos se vaporizan, lanzando chorros de polvo y gas hacia el espacio. Estos chorros alimentan el coma y proporcionan materia prima para las colas.


El coma contiene cianógeno (CN), que es un gas venenoso, y carbono biatómico (C2) Ambas sustancias brillan en color verde cuando son iluminadas por la luz solar. Esto se denomina "resonancia fluorescente".

Pero lo mas interesante es ver el color de la cola que se confunde con el color de la nebulosa de reflexión de las Pléyades que provoca se reflexiones sobre sus componentes, si bien tengo tomada posición en cuanto que es producida por agua en alguno de sus tres estados.

En estos días tenemos la visita del cometa Mc Naught, que presenta características similares, conforme se puede observar en la imagen siguiente.