En el artículo anterior expresé que la materia sombra se convierte en materia madre por cuanto a partir de ella se compone la materia nuclear, o mas bien a partir de su descomposición surge el hidrógeno, con movimiento que percibimos como calor y luz.
Pero tal como he sostenido, la materia tiene diez dimensiones cada una de las cuales tiene altura, anchura y profundidad. Se debe determinar la diferencia entre una y otra dimensión.
En el primer caso se corresponde con la acepción: Longitud, área o volumen de una línea, una superficie o un cuerpo, respectivamente; y en el segundo caso con la otra acepción del término: Aspecto o faceta de algo.
Para ello debemos imaginar un inmenso recinto, algo así como el universo todo, ocupado por una materia tan sutil que se encuentra en el límite de lo infinitamente pequeño, a partir de la cual por integración de sus partes se forma una materia de mayor volumen, luego de la cual también por asociación de esta última se forma otra materia de mayor volumen, lo que constituiría la tercera dimensión y así sucesivamente.
Todas ocupan el mismo espacio hasta llegar a la décima y última: la materia sombra o materia oscura o materia madre, que por descomposición da nacimiento al hidrógeno a partir del cual nace el mundo del calor y de la luz del que formamos parte, algo así como la espuma es al mar o la nieve a la montaña.
Lo señalado induce a considerar que la décima dimensión estaría conformada por neutrones.
viernes, 30 de abril de 2010
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